Claudia Ortega - portafolio personal de arte

Integración, 2005


“Integración”, una palabra tan corta que la usamos tanto y la que ha sido para mi un gran desafío y motivo de estudio e investigación. Soy una mujer de una ciudad donde conviven personas de tres nacionalidades de origen geo-político, con otras con una sabiduría y cultura ancestral. Desde niña me gustaron las matemáticas y los fenómenos físicos, además de provenir de una familia científica, mi madre profesora universitaria, científica bióloga limnóloga y mi padre profesor universitario de cálculo y algebra, por lo que no era de extrañar que estudiara una carrera científica, como ingeniería civil pero no lo hice en mi querida ciudad, tuve que viajar a la capital cruzando el desierto a 2.000 kilómetros de mi familia y hogar. Además, de las matemáticas y la física, desde que tengo uso de razón siempre me fascinó bailar, bordar y escribir poemas,  pero sobretodo, me encanta conversar.

Este amor por conversar y por la física, creo que están asociados a una inquietud que he tenido toda la vida, que es la del conocimiento, buscando entender las personas y el universo. Pienso que el entendimiento de nuestro mundo se puede abordar desde muchas vías, . . . en mi vida, he seguido muchos caminos pero con dos grandes carreteras “una científica – estratégica – de negocios”, con un entendimiento racional del mundo tangible. La otra, “lúdica-del arte- la pintura”, con un conocimiento más allá de la forma, más sensorial, del mundo intangible.

La integración de estás dos áreas, se puede observar en mis últimas obras, con una iconografía, más geométrica pero sobretodo, más matemática desde su integralidad. Pienso que en estas obras estoy empezando a integrar estos dos amores de mi vida. Me quiero detener por un momento, en la palabra Integración”, nombre de está exposición.

Para un matemático, “Integrar es sumar, pero no es una suma cualquiera”, es una suma de pequeñas cosas y en forma continua, NO con quiebres, no con discontinuidades, no a la fuerza. El símbolo de la integral, es como una S alargada, que en algunas de mis obras, está encerrada en un circulo. Este símbolo lo encuentro muy bello; tanto en su forma, como en su contenido.

Yo creo que los pequeños actos que uno realiza cada día, esos detalles que casi no se ven: el conversar, el sonreír, el mirar, aceptar al ser humano que está a mi lado, el reflexionar en cada pequeña acción que uno hace, alejarse de la obra mirarla y volver a trabajar en ella. Son aquellas cosas que uno puede ir sumando en una integral, porque en la integral uno suma cosas infinitesimales, muy pequeñas, son las cosas que nos van integrando como seres humanos y nos engrandecen como personas, como sociedad, lo que se ve reflejado en el arte.

Claudia Ortega